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martes, 12 de mayo de 2020

13 de Mayo

Grupos de Oración y devotos de San Pio de Pietrelcina
Hispanoamérica


REZAMOS EN HONOR DEL INMACULADO CORAZÒN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE FATIMA 

Rezamos este Santo Rosario respondiendo al pedido del Papa Francisco por  el fin de la pandemia que aqueja al mundo.

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Padre Pio y la Santísima Virgen

Corrìa el año 1959.  La imagen de la Virgen de Fátima fue llevada a Italia; y, como era costumbre en estos casos, fue recorriendo las ciudades más importantes y, en ellas, las iglesias con mayor capacidad, comenzando por la iglesia catedral. El día en que la imagen llegó a Italia, el 25 de abril, el Padre Pío cayó enfermo de pleuresía. ¿Motivo? Se había ofrecido como víctima a la Virgen María para que esa peregrinación de su imagen por Italia produjera abundantes frutos espirituales. Y así, enfermo, casi siempre en cama, y en ocasiones ingresado en el hospital “Casa Alivio del Sufrimiento” fundado por él, permaneció hasta el día 7 de agosto.

PRIMER MISTERIO. La resurrección de Jesús

Indica el Padre Pio “María sea la estrella que os ilumine la senda, os muestre el camino seguro para llegar al Padre del cielo; sea como el ancla a la que os debéis sujetar cada vez más estrechamente en el tiempo de la prueba” (Epist.II, p.373).

Pausa

Maria, auxilio y protectora nuestra, haznos partícipes de la necesidad de amar a tu HIJO, Nuestro Señor Jesucristo, de comprender sus enseñanzas y poder trasmitirlas a los que la ignoran, para poder compartir con ellos la felicidad de vivir la verdad del evangelio, te pedimos que irradies tu luz de esperanzadora hacia todos los corazones sobre todo de aquellos que están sin hogar donde vivir, o sin empleo para sostenerse por aquellos que están enfermos tanto del alma como en el espíritu. Virgencita, guárdanos en tu corazón inmaculado


Padre Nuestro, 10 Avemarías y Gloria

                                                             
SEGUNDO MISTERIO La ascensión de Jesús al cielo

Nos dice Padre Pio: “María hermosee y perfume continuamente tu alma con nuevas virtudes y te proteja con su amor maternal. Manténte cada vez más unida a la Madre del cielo, porque ella es el mar a través del cual se alcanzan las playas de los esplendores eternos en el reino de la aurora” (FM, 167,165).
Pausa

Inmaculada Virgen y Madre mía: a Vos que sos la Madre de mi Salvador, la Reina del mundo, la abogada, esperanza y refugio de los pecadores, recurrimos a vos,  nosotros en este día  Te veneramos, Soberana Reina. Y humildemente te agradecemos todas las gracias que hasta ahora nos  has otorgado.

Padre Nuestro, 10 Avemarías y Gloria


TERCER MISTERIO. La venida del Espíritu Santo al Cenáculo


Nos augura Padre Pio: “María convierta en gozo todos los dolores de tu vida” (GC, 24).

Pausa

Alentados por tus palabras: “SI quieres alguna gracia recurre siempre a Mi, porque yo soy tu Madre” venimos entonces llenos de esperanza ante el trono de tus misericordias, que para remediar nuestros males, a tus pies han recobrado la Salud tantos enfermos, tantos afligidos consuelo, tantos otros, oprimidos por los trabajos de esta vida han conseguido por tu mediación verse libres, dígnate Madre querida dirigir hacia nosotros tus tiernos y piadosos ojos


Padre Nuestro, 10 Avemarías y Gloria



CUARTO MISTERIO. La asunción de María Virgen al cielo

Enseña Padre Pio: “María sea la razón única de tu esperanza y te guíe al puerto seguro de la salvación eterna. Sea para ti dulce modelo e inspiradora en la virtud de la santa humildad” (ASN, 44).
Pausa

Maria Santísima, cuyo cuerpo Virginal no estuvo sujeto a las leyes de la corrupción pero que ha subido al cielo por voluntad de DIOS, nos ha precedido en el misterio de la inmortalidad del cuerpo.

Padre Nuestro, 10 Avemarías y Gloria


QUINTO MISTERIO:. La coronación de María reina del cielo y de la tierra


Señala Padre Pio:

“ Hijo, tú no sabes qué produce la obediencia. Mira: por un sí, por un solo sí, fiat, por hacer la voluntad de Dios, María llega a ser Madre del Altísimo, confesándose su esclava, pero conservando la virginidad que tan grata era a Dios y a ella.
Por aquel sí pronunciado por María Santísima, el mundo obtuvo la salvación, la humanidad fue redimida.
Hagamos también nosotros siempre la voluntad de Dios y digamos también siempre sí al Señor” (FSI, 32).

Pausa

¡Oh Maria! Virgen potente, Tu, grande y preclara defensa de la Iglesia, Tu, terrible como ejercito ordenado para la batallas; Tu, que sola has destruido toda la herejía en el mundo entero…. En nuestras angustias, en nuestras luchas y en nuestros aprietos defiéndenos del enemigo, y en la hora de la muerte recibe nuestra alma en el Paraíso. Amen.

Padre Nuestro, 10 Avemarías y Gloria


ORAMOS POR LA INTENCIÓN  DEL PAPA FRANCISCO 

Padre nuestro 3 Ave María y Gloria



ORACION A SAN MIGUEL ARCÀNGEL

"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén."

Letanìas al Inmaculado Corazòn de María
Señor, ten piedad...
Cristo, ten piedad...
Señor, ten piedad...
Cristo, oyenos.
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial,
                  Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo,
                  Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
                  Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
                  Ten piedad de nosotros.

Santa María ruega por nosotros
Corazón Inmaculado de María,
Corazón Inmaculado de María, lleno de gracia
Corazón Inmaculado de María, vaso del amor más puro
Corazón Inmaculado de María, consagrado íntegro a Dios
Corazón Inmaculado de María, preservado de todo pecado
Corazón Inmaculado de María, morada de la Santísima Trinidad
Corazón Inmaculado de María, delicia del Padre en la Creación
Corazón Inmaculado de María, instrumento del Hijo en la Redención
Corazón Inmaculado de María, la esposa del Espíritu Santo
Corazón Inmaculado de María, abismo y prodigio de humildad
Corazón Inmaculado de María, medianero de todas las gracias
Corazón Inmaculado de María, latiendo al unísono con el Corazón de Jesús
Corazón Inmaculado de María, gozando siempre de la visión beatífica
Corazón Inmaculado de María, holocausto del amor divino
Corazón Inmaculado de María, abogado ante la justicia divina
Corazón Inmaculado de María, traspasado de una espada
Corazón Inmaculado de María, coronado de espinas por nuestros pecados
Corazón Inmaculado de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo
Corazón Inmaculado de María, exultando en la resurrección de tu Hijo
Corazón Inmaculado de María, triunfando eternamente con Jesús
Corazón Inmaculado de María, fortaleza de los cristianos
Corazón Inmaculado de María, refugio de los perseguidos
Corazón Inmaculado de María, esperanza de los pecadores
Corazón Inmaculado de María, consuelo de los moribundos
Corazón Inmaculado de María, alivio de los que sufren
Corazón Inmaculado de María, lazo de unión con Cristo
Corazón Inmaculado de María, camino seguro al Cielo
Corazón Inmaculado de María, prenda de paz y santidad
Corazón Inmaculado de María, vencedora de las herejías
Corazón Inmaculado de María, de la Reina de Cielos y Tierra
Corazón Inmaculado de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia
Corazón Inmaculado de María, que por fin triunfarás

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
  Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
  Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
  Ten piedad de nosotros.

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo

Oremos

Tú, que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María, una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conformes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos.
Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor. Amen
Palabras del Padre Gustavo Seivane
Tu amor incondicionado me pasma… Y, a veces, tu nombre, oh! María, viene a perfumar mis horas como un bálsamo, como un ramo de jacintos, como una feliz unción fragante y santa.
¡Bendita tú eres entre todas las mujeres!
Oh!, Madre, se me resbalan los suspiros entre tus manos tibias.
Tu blanquísimo manto quiero que me cubra, que me guarde como un odre sereno, como un cielo de topacios, como una columna de incienso.
Al contemplarte, Madre de Dios, se colman de juventud las potencias de mi alma.
Te nombro y se abre la esperanza. Te invoco, oh!, bienaventurada, y percibo el río del amor que no defrauda, la heredad de tus hijos, el jardín secreto donde encontrarte como la abundancia, la sede de la Sabiduría, el lienzo hermoso de la humildad que Dios nos señala.
Oh!, Madre, en tu regazo secamos lágrimas, y nos admiramos por la epifanía de ese latir sacrificado y bueno. Y por tu sonrisa que borra los miedos. Y por la íntima Cena compartida con Cristo.
Te nombro, oh! María, y se sueltan amarras, y el pecho se vuelve de azúcar hasta la próxima batalla. ..
Rezamos SALVE  

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