8. Mi corazón es tuyo... Oh
Jesús mío; toma, pues, mi corazón, llénalo de tu amor, y después mándame lo que
quieras (AD, 49).
9. Dios nos ama; y la prueba de
que nos ama es el hecho de que nos tolera en el momento de la ofensa (GB, 30).
10. Enciende, Jesús, aquel
fuego que viniste a traer a la tierra, para que, consumido por él, me inmole
sobre el altar de tu caridad, como holocausto de amor, para que reines en mi
corazón y en el corazón de todos; y de todos y de todas partes se eleve hacia
ti un mismo cántico de alabanza, de bendición, de agradecimiento por el amor
que nos has demostrado en el misterio de divinas ternuras de tu nacimiento (Epist.IV, p.869).
11. Ama a Jesús, ámalo mucho,
pero por esto ama aún más el sacrificio. El amor quiere ser amargo (T, 99).
12. El amor lo olvida todo, lo
perdona todo, lo da todo sin reservarse nada (Epist.IV, p.870).
13. El espíritu humano, sin la
llama del amor divino, es arrastrado a colocarse en la fila de las bestias. Por
el contrario, la caridad, el amor de Dios, lo eleva tan alto como para alcanzar
el trono de Dios. Agradeced sin cansaros nunca la generosidad de un Padre tan
bueno y rogadle que aumente cada día más la santa caridad en vuestro corazón (Epist.II, p.70).
14. No te lamentarías jamás de
las ofensas, vengan de donde vinieren, si recordaras que Jesús sufrió hasta la
saciedad los oprobios de la malicia de los hombres, a los que había hecho tanto
bien. Excusarías a todos con amor cristiano si tuvieras ante los ojos el
ejemplo del divino Maestro que excusó ante su Padre incluso a los que lo
crucificaron (AP).
(Tomado de BUONA GIORNATA de Padre Pio da
Pietrelcina)
Traducción del
italiano: Elías Cabodevilla Garde
Amado Padre Pío,te pido de corazón, intercede por mi alma ante Jesús; para que yo sea capaz de lograr superar las tribulaciones que me golpean todos los días. Amén.
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