El
Padre Pío de Pietrelcina, con el encanto de su espiritualidad cien por cien
evangélica, con el atractivo de sus consejos llenos de sabiduría divina y transmitidos
con amor de padre, con la fuerza de su mirada luminosa, reflejo de la bondad de
Dios, con el “milagro” de los estigmas del Crucificado en manos, pies y
costado, con la autenticidad de un ministerio sacerdotal, que «celebraba la
misa humildemente», que «confesaba de la mañana a la noche», que invitaba a la
oración y al amor fraterno, sobre todo a enfermos y necesitados, y que transmitía
e impulsaba una «tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra»…,
atraía a San Giovanni Rotondo, la pequeña ciudad del centro-sur de Italia,
donde vivió desde septiembre de 1916 hasta su muerte, el 23 de septiembre de
1968, a personas de los cinco continentes y de todas las clases sociales.
Hombres
y mujeres que llegaban individualmente y en grupos. Grupos de seglares, grupos
de religiosos, grupos de religiosas, grupos de sacerdotes y también, sobre todo durante los años del
Concilio Vaticano II, pequeños grupos de obispos, como el que recoge la
fotografía. Y si todos llegaban a San Giovanni Rotondo con el deseo de conocer al Fraile capuchino o de verlo de nuevo, muchos buscaban también conocer los rasgos de su espiritualidad para imitarlos.
¿Qué hace el Padre Pío hoy, a la distancia de casi 45 años de su muerte? En San Giovanni Rotondo, la realidad sigue siendo la que he indicado, sólo que en números mucho más elevados.
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¿Qué hace el Padre Pío hoy, a la distancia de casi 45 años de su muerte? En San Giovanni Rotondo, la realidad sigue siendo la que he indicado, sólo que en números mucho más elevados.
Pero, para conocer y aprender la espiritualidad del
Padre Pío, no hace falta viajar a Italia. ¿Una prueba? Los Capuchinos de
Colombia han querido organizar este año los Retiros espirituales anuales “a la
luz de la espiritualidad del Padre Pío”. Desde el pasado domingo por la noche,
hasta hoy, viernes, a mediodía, 38 religiosos, retirados en su casa de
encuentros espirituales “Tranquilandia”, han centrado sus reflexiones, su
oración personal y comunitaria y sus celebraciones litúrgicas en la
espiritualidad del Padre Pío.
A las
aportaciones que he podido ofrecerles en dos meditaciones y una plática
informativa diarias, se han unido las de los documentales “El Padre Pío un
hombre que ora” y “Benedicto Peregrino” y la de la película “Padre Pío”,
preparada en el año 2000 por Mediaset para la cadena de televisión italiana
“Telecinco”.
No dudo de que el Santo de Pietrelcina, que fue, en
frase del Papa Pablo VI, “hombre de oración”, habrá dado su aprobación plena a
las celebraciones litúrgicas diarias: Laudes, Vísperas y Eucaristía, muy bien
preparadas por la Comisión de Espiritualidad y Vida Fraterna, y participadas
con verdadero espíritu por todos los hermanos. Éstos han querido beneficiarse también
de la celebración comunitaria de la Reconciliación, ya que el Padre Pío dedicó
tantas horas diarias a administrar el Sacramento de la confesión. Y han querido
terminar los días de los Retiros espirituales rezando comunitariamente el
Rosario, secundando así el testamento espiritual del Fraile capuchino: «Amad a
la Virgen; haced que se ame a la Virgen; rezad siempre el Rosario».
Elías Cabodevilla Garde