21. Recuerda que el gozne sobre
el que gira la perfección es el amor; quien vive del amor vive en Dios, porque
Dios es amor, como dijo el Apóstol (AdFP,
554).
22. Bendigo al buen Dios por
los santos sentimientos que te da su gracia. Haces bien en no comenzar nunca
una obra sin implorar antes la ayuda divina. Esto te obtendrá el don de la
santa perseverancia (Epist.III, p.456).
23. Sufro y sufro mucho; pero,
gracias al buen Jesús, tengo todavía un poco de fuerza; ¿y de qué no es capaz
la criatura cuando tiene la ayuda del buen Jesús? (Epist.I, p.303).
24. Lucha, hija, con valentía,
si ambicionas conseguir la recompensa de las almas fuertes (Epist.III, p.405).
25. No os neguéis de ningún
modo y por ningún motivo a practicar la caridad con todos; más aún, si se os
presentan ocasiones propicias, ofrecerla vosotros mismos. Mucho agrada esto al
Señor y mucho os debéis esforzar por hacerlo (Epist.I, p.1213).
26. Debes tener siempre
prudencia y amor. La prudencia pone los ojos, el amor pone las piernas. El
amor, que pone las piernas, querría correr a Dios, pero su impulso para
lanzarse hacia él es ciego y podría tropezar en ocasiones si no estuviese
guiado por la prudencia que pone los ojos. La prudencia, cuando ve que el amor
puede ser desenfrenado, le presta los ojos (CE, 17).
27. La sencillez es una virtud,
pero hasta cierto punto. No le debe faltar nunca la prudencia; la picardía y la
socarronería, por el contrario, son siempre diabólicas y causan mucho daño (AdFP, 391).
(Tomado de BUONA GIORNATA de Padre Pio da
Pietrelcina)
Traducción del
italiano: Elías Cabodevilla Garde