16. En el tumulto de las pasiones y de las vicisitudes adversas nos
sostenga la grata esperanza de su inagotable misericordia. Corramos con
confianza al tribunal de la penitencia, donde él con ansiosa solicitud de padre
nos espera en todo momento; y, conscientes de nuestra insolvencia ante él para
corresponderle, no dudemos del perdón pronunciado solemnemente sobre nuestros
errores. Pongamos sobre ellos, como ya la ha puesto el Señor, una piedra
sepulcral.
17. El corazón de nuestro divino Maestro no tiene ley más amable que
la de la dulzura, la de la humildad y la de la caridad.
18. Jesús mío, dulzura mía, ¿y cómo puedo vivir sin ti? Ven siempre,
Jesús mío, ven; entra a poseer tú solo mi corazón.
19. Hijos míos, nada es demasiado a la hora de prepararnos para la
santa comunión.
20. Padre, me considero indigno de la santa comunión. ¡Soy indigno!
Respuesta: "Es verdad, no somos dignos de un regalo tan
grande; pero una cosa es acercarse indignamente en pecado mortal, y otra distinta
no ser dignos. Indignos somos todos; pero es él quien nos invita, es él quien
lo quiere. Humillémonos y recibámosle con todo el corazón lleno de
amor".
21. “Padre, ¿porqué llora cuando recibe a Jesús en la santa
comunión?”.
Respuesta: “Si la Iglesia lanza este grito: No despreciaste el seno de la Virgen,
hablando de la encarnación de la Palabra en el seno de la Inmaculada, ¡qué no
habrá que decir de nosotros miserables! Pero Jesús nos ha dicho: "Quien no come mi carne y no bebe mi sangre
no tendrá la vida eterna"; por tanto, acerquémonos a la santa comunión
con gran amor y temor. Todo el día sea preparación y acción de gracias de la
santa comunión.
22. No te desanimes si no consigues hacerlo todo como deseas.
Esfuérzate en hacer lo que tienes que hacer sin que nada te distraiga de ello.
Y despreocúpate de si experimentas consuelo, aburrimiento o fastidio. Tu
intención sea siempre recta.
(Tomado de BUONA
GIORNATA de Padre Pio da Pietrelcina)
Traducción del
italiano: Elías Cabodevilla Garde