El
Padre Pío de Pietrelcina, convencido -lo solía repetir- de que «el Corazón de Jesús nos ha llamado no sólo
para nuestra santificación, sino también para la santificación de otras almas»,
y de que esa santificación depende en gran medida de la formación religiosa que
se les ofrece, no perdía ocasión de ofrecer los mensajes del Evangelio y de encargar
a otros que lo hicieran.
- Lo encargó en primer lugar a las
Congregaciones religiosas a las que fue llamando a San Giovanni Rotondo para
que abrieran y atendieran escuelas y centros de enseñanza: las Hermanas
Franciscanas de Ozzano, las Terciarias Capuchinas del Sagrado Corazón, las
Hermanas de la Inmaculada de Pietradefussi y los Terciarios Capuchinos.
- Lo encargó a los médicos en relación a los
enfermos: «Tenéis la misión de curar al enfermo; pero si
no lleváis amor al lecho del enfermo, no creo que las medicinas sirvan de
mucho... El amor no os puede hacer prescindir de la palabra. ¿Cómo podríais
manifestarlo si no es con palabras que consuelen espiritualmente al enfermo?».
- Lo encargó a los periodistas: «¡Estate atento, periodista! Reflexiona
sobre lo que escribes, porque el Señor te pedirá cuentas de ello».
- Lo encargó con insistencia especial a los padres:
«El Señor os dé hijos y después la gracia
de orientarlos por el camino del cielo». «Ponga en solo Dios todas sus preocupaciones, pues él tiene cuidado
especialísimo de usted y de esos tres angelitos de hijos con que la ha querido
adornar... Preocúpese siempre de su educación, no tanto científica cuanto
moral. Téngalos en su corazón y quiéralos más que a las niñas de sus ojos. A la
educación de la mente, mediante buenos estudios, procure unir siempre la
educación del corazón y de nuestra santa religión; aquélla sin ésta, mi buena
señora, causa una herida mortal al corazón humano».
- Lo encargó a las personas que
consideraba preparadas para impartir catequesis y formación religiosa: «Sí, bendigo de corazón la obra de dar
catequesis a los niños, que son las florecillas predilectas de Jesús. Bendigo
también el celo por las obras misioneras». «Apruebo que te dediques a ganar almas para Jesús, enseñándoles el modo
de agradarle».
*** ****
El Padre Pío ¿sigue confiando hoy el encargo de anunciar el Evangelio?
Veamos esta historia.
Era el mes de octubre del año 2005. A Amparo García Galindo, de
Segovia (España), en un momento difícil a nivel personal, le había impactado
mucho la película “Padre Pío”, que
Telecinco había emitido en Semana Santa. A partir de ese momento se dedicó con
avidez a buscar información sobre este Fraile totalmente desconocido para ella.
Su hermana María lo recuerda así: «Yo
observaba que lo único que le interesaba, la entretenía y la calmaba un poco
era leer y hablarme del Padre Pío. Así que yo, desesperada por no saber ya de
qué manera ayudarla, se me ocurrió darle la sorpresa de regalarle un viaje a
Italia para que fuéramos a ver a ese tal Padre Pío». Y, en el viaje, hubo
cosas no fáciles de explicar si el Padre Pío o su ángel custodio no andaban de
por medio. Ellas, Amparo y María, lo recuerdan y nos lo cuentan así:
«Era la primera vez que salíamos
de España. No sabíamos italiano. Cuando bajamos del avión que nos llevó de
Madrid a Bari, ya había oscurecido. Nos dieron el coche que habíamos alquilado
desde España y, como guiadas por el mejor GPS, en pocas horas estábamos en el
hotel de San Giovanni Rotondo, después de recorrer unos 150 kilómetros. Una
indisposición de María, que le exigió guardar cama, nos obligó a renunciar al
recorrido turístico que habíamos programado para después de visitar los lugares
del Santo capuchino y de rezar ante su tumba. Creemos que fue un “capricho” del
Padre Pío, que quiso hacer “su obra” en nosotras, porque nos lo manifestó con
bastante claridad. Yo, Amparo, además de cuidar de María, pude visitar, y
repetidas veces, los lugares donde él vivió y ejerció el ministerio sacerdotal.
Recé con calma ante su tumba. Me encontré con la señorita encargada de los
peregrinos de lengua española, que me atendió y orientó divinamente. Y, de no
haber sido por la indisposición de María, no habríamos conocido al capuchino
español que desde entonces es nuestro director espiritual. Colaboraba durante
todo el año, excepto en los meses de invierno, en los que, por razón del clima,
desciende considerablemente el número de los que llegan a San Giovanni Rotondo,
en la atención pastoral de los peregrinos de lengua española. Precisamente en
el día que íbamos a pasar en San Giovanni Rotondo les habían organizado, a él y
a los otros Capuchinos extranjeros que realizaban la misma labor, la visita a
los conventos donde había vivido el Padre Pío. Los días siguientes nos dedicó
todo su tiempo libre, nos fue presentando la vida y la espiritualidad del Padre
Pío y nos sacó hermosas fotografías que guardamos como inolvidable recuerdo.
¿De nuevo el Padre Pío? A María, que no pudo tomar ningún alimento en los tres
días que estuvimos en San Giovanni Rotondo, nada más subir al avión que nos
traía de Bari a Madrid, se le abrió el apetito y se comió la cena de las dos,
que sirvieron durante el vuelo».
Para Amparo éste es el cuarto curso como profesora de religión. Las
clases las imparte en el Instituto de Estudios Secundarios (I.E.S.) “Peñalara” de La Granja de San
Ildelfonso, y en los Centros de Estudios Secundarios (C.E.S.)… “La Sierra” de Pardena y
“El Mirador de la Sierra” de Villacastín, todos en la provincia de Segovia, con
un total de 180 alumnos. Para éstos es casi lo mismo decir Amparo que decir Padre
Pío. Tanto que los nuevos alumnos, si ella no se adelanta a decirlo, le preguntan
cuándo las clases van a girar en torno al Padre Pío y para cuándo el regalo de
los rosarios del Padre Pío, bendecidos por su director espiritual.
Para María éste es el tercer curso. Enseña en el Instituto de
Enseñanza Secundaria (I.E.S.) “Vega del Pirón” de Carbonero (Segovia). Tiene unos 200 alumnos, que
van, al igual que los de Amparo, desde el primer curso de la ESO hasta el
primer curso de Bachillerato. Con menos atrevimiento que su hermana Amparo,
pero, tal como van las cosas, muy pronto para sus alumnos va a ser casi lo
mismo decir María que decir Padre Pío.
Elías Cabodevilla Garde
estas fueron y son mis profesoras y son las mejores!¡
ResponderEliminarmarcos pradena
wapasssssssssssss q se oais q soy las mejores profewsoras del mundo!!!!!!!!!!!!!!! un salyudo padre eliasssss os quiero
ResponderEliminarHola,soy una de las alumnas de Prádena(Jimena),Mi profesora es Ampáro.
ResponderEliminarElla es un de las profesoras junto con maría,extraordinarias.
Gracias por los rosários :)
Un saludo desde Prádena para tí Padre,Eres famosisimo por aqui.
Besos :3
La pagina me gusta mucho,soy alumna de Amparo de pradena.. :)
ResponderEliminargracias padre Elias poir los rosario q as mandado a pradena en segovia muchas gracias un saludo desde aqui :)
ResponderEliminarjuan de matabuena
hola somos alumnas de la profesora Amparo me gusta mucho tu pagina gracias por los rosarios Padre Elias espero ke publiques mas
ResponderEliminarpadre Elias, jaja un gran saludo para ti desde aki un alumno de amparo :)
ResponderEliminarque por aqui eres famosisimo jajaj
soi un alumno de amparo k tuvo la suerte de poder estar cn ella en el instituto de ayllon dos años, cuando ella se fue de ayllon mis padres decidieron cambiarme de instituo y la casualidad fue que mi profesora de religion en ese intituto resulto ser maria ajjaja y al año siguiente(que es este) me ha vuelto a dar religion amparo. para mi esto no es una coincidencia jaja
un gran saludo y espero que en algun futuro muy cercano le pueda conocer :)
Hola padre Elías:
ResponderEliminarSomos alumnas de Amparo, y fuimos alumnas el año pasado de María, son unas profes geniales y siempre las llevaremos en nuestro corazón, gracias por los rosarios, siempre lo guardaremos con muchisimo amor y cuidado jajaja=)
Os queremos un besazo desde Prádena 11/04/2013
María, Marina y Noelia
Buenos dias pater.Estoy feliz de que mis alumnos dejen sus comentarios.Como ya le he dicho tengo unos jóvenes increíbles;son majísimos.Saludos desde Prádena.
ResponderEliminarPadre Elías. Muchas gracias por la reliquia y por los rosarios bendecidos. He tenido el gusto de tenerlas a las dos de profesoras, y decir que son muy estupendas.
ResponderEliminarKenia, Prádena.
Vaya hermanas que tengo. Ole , ole y ole
ResponderEliminar