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viernes, 29 de marzo de 2013

También hoy el fruto de la oración con el Padre Pío es la caridad.



El 16 de junio del 2002, en la homilía de la ceremonia de la canonización del Padre Pío, Juan Pablo II no dejó de recalcar la íntima relación que se dio en el Santo capuchino entre oración y eficacia apostólica, entre oración y actividad caritativa. Éstas fueron sus palabras:
 - «La razón última de la eficacia apostólica del padre Pío, la raíz profunda de tan gran fecundidad espiritual se encuentra en la íntima y constante unión con Dios, de la que eran elocuentes testimonios las largas horas pasadas en oración y en el confesonario».
-  «Además de la oración, el padre Pío realizaba una intensa actividad caritativa, de la que es extraordinaria expresión la "Casa de alivio del sufrimiento"».
La consecuencia que sacó el Papa es muy clara:
-  «Oración y caridad: he aquí una síntesis muy concreta  de la enseñanza del padre Pío, que hoy se vuelve a proponer a todos».
Si esta propuesta del Padre Pío es, como indica Juan Pablo II, para todos, lo es de modo muy especial para los Grupos de Oración que fundó el Santo de Pietrelcina y que, sin duda, sigue protegiendo desde el cielo.
Y no hay que olvidar que el Padre Pío orientó de modo muy especial la actividad caritativa de sus Grupos de Oración hacia los enfermos; y, en el momento que comenzó a realizar su gran proyecto en favor de los enfermos, hacia el hospital “Casa Alivio del Sufrimiento”.
*** * ***
En la ciudad de Ponce (Puerto Rico) funciona desde hace años un Grupo de Oración del Padre Pío, que ha aprendido bien esa hermosa lección que brota de la vida y de la enseñanzas del Santo. Han orientado la caridad, fruto de la oración, hacia los afectados por una enfermedad que lleva a los que la padecen a una situación de gran desvalimiento: los enfermos de SIDA.
En el “Hospital Episcopal San Lucas” de Ponce, propiedad de la Iglesia Episcopaliana, el Grupo de Oración tiene cedida una parte del edificio, en la que funciona el “Albergue de enfermos terminales de SIDA”. Bajo la responsabilidad del capuchino fray Francisco García, la actividad caritativa de los componentes del Grupo de Oración es intensa y constante. La capilla del “Albergue” es el lugar de sus encuentros de oración. Se hacen presentes en las celebraciones religiosas para los enfermos, al menos en las más importantes. Y, al acompañamiento y cuidado de los enfermos, unen otras actividades orientadas a recaudar fondos para conseguir alimentos y medicinas para los enfermos y lo necesario para que el “Albergue” pueda seguir ofreciendo una ayuda, inalcanzable de otro modo para los que allí son atendidos.
El Padre Pío, hoy como durante su vida terrena, sigue promoviendo la actividad caritativa como fruto de la oración.
Elías Cabodevilla Garde

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