24. El que no medita puede hacer como el que no se mira nunca al
espejo, que no se preocupa de salir arreglado. Puede estar sucio sin saberlo.
El que medita y piensa en Dios, que es el espejo de su alma, busca
conocer sus defectos, intenta corregirlos, se reprime en sus impulsos y pone su
conciencia a punto.
25. No sé ni compadecerte ni perdonarte el que con tanta facilidad
dejes la comunión y también la santa meditación. Recuerda, hija mía, que no se
llega a la salvación si no es por medio de la oración; y que no se vence en la
batalla si no es por la oración. A ti te corresponde, pues, la elección.
26. En cuanto a lo que me dices que sientes cuando haces la
meditación, has de saber que es un engaño del diablo. Estate, pues, atenta y
vigilante. No dejes jamás la meditación por este motivo; de otro modo,
convéncete de que muy pronto serás vencida por completo.
27. Tú, mientras tanto, no te aflijas hasta el extremo de perder la
paz interior. Ora con perseverancia, con confianza y con la mente tranquila y
serena.
28. Rogad por los malos, rogad por los fervorosos, rogad por el Sumo
Pontífice y por todas las necesidades espirituales y temporales de la santa
Iglesia, nuestra tiernísima madre; y elevad una súplica especial por todos los
que trabajan por la salvación de las almas y por la gloria del Padre celestial.
1. Padre, tú amas aquello que yo temo. - Respuesta: Yo
no amo el sufrimiento por el sufrimiento; lo pido a Dios, lo deseo por los
frutos que me aporta: da gloria a Dios, me alcanza la salvación de mis hermanos
en este destierro, libra a las almas del fuego del purgatorio, ¿y qué más
quiero yo?
- Padre, ¿qué es el sufrimiento? - Respuesta: Expiación.- Y para usted, ¿qué es? - Respuesta: Mi alimento diario, mi ¡delicia!
2. No queremos persuadirnos de que nuestra alma necesita el
sufrimiento; de que la cruz debe ser nuestro pan de cada día.
Igual que el cuerpo necesita alimentarse, así el alma necesita día
tras día de la cruz, para purificarse y separarse de las criaturas.No queremos comprender que Dios no quiere, no puede salvarnos ni santificarnos sin la cruz, y que cuanto más atrae a un alma hacia sí, más la purifica por medio de la cruz.
(Tomado de BUONA GIORNATA de Padre Pio da
Pietrelcina)
Traducción del italiano: Elías Cabodevilla Garde
No se si en otros días pide que recemos por el Sumo Pontífice, pero que lo haga el día 28 de febrero, este año me ha llenado de gozo y me ha hecho sentir más la Iglesia universal. Acaso sabía lo que pasara mañana